Cómo hacer monografías

Las monografías se catalogan como un estudio centrado en un tema particular, pero empleando varias referencias bibliográficas, utilizando en todo momento un orden lógico y visiblemente agradablemente para los lectores.

Sin embargo, para realizar este tipo de trabajos académicos, es importante seguir pautas específicas, para evitar errores o añadir información no pertinente al tema a tratar. Por eso, te enseñamos cómo hacer monografías.

Pasos para hacer una monografía

¿Quieres hacer una monografía? Pero, aún no sabes cómo iniciar, organizar o concluir el trabajo. Pues, acá te explicamos los pasos y consejos esenciales para realizar cualquier texto, bien sea tradicional o académico, como una monografía.

Elige el tema

Antes de iniciar de realizar la monografía, es importante identificar el tema que seas desarrollar. Bien sea, que te guste o que quieras escribir sobre algo relevante del momento, debes establecer el tema que quieras tratar y el tono en el que sea mejor transmitir la idea.

Para ello, puedes ayudarte de una investigación previa del tema o realizar una encuesta sobre el ámbito de interés. Con el fin de seleccionar correctamente el tema.

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Busca varias fuentes

Una vez tengas definido el tema que quieras trabajar, es hora de ir por la información, para ello recurre a cuantas fuentes de interés necesites, recuerda que entre más busques y leas, más información podrás recopilar para desarrollar tu monografía.

Incluso varía entre fuentes académicas y artículos de blog, incluso puedes indagar en los foros, para saber exactamente lo que las personas quieren saber sobre el tema en particular.

Esquematiza y organiza tus ideas

Seguramente al terminar la investigación del tema, tendrás no una, sino muchas opiniones, diferentes sobre el punto inicial de tu búsqueda.

Por eso, es necesario y obligatorio que realices un esquema de la información, donde puedes comparar y discernir, cuál información tiene o no mayor prioridad en tu trabajo. Puedes ayudarte de palabras clave para organizar cada idea que quieras abarcar, según la fuente y el tono en que debe ser abordado.

esquematizar una monografia en sus partes

Además, recuerda que la monografía al ser un texto o documento con fines académicos, debe tener una estructura básica, que consiste en:

  • Portada
  • Índice
  • Introducción
  • Desarrollo
  • Conclusiones
  • Bibliografía

Destacando que la introducción es un breve abreboca del tema a tratar, donde se exponen las pautas más relevantes y de interés para el lector. Mientras que, el desarrollo suele dividirse en cierto número de capítulos que abarcan los diferentes puntos de tratar.

En cuanto a la conclusión, se deben anexar los puntos más importantes o que deban ser recordados al lector, pero sin incluir criticas personales del tema. Y la bibliografía debe estar plasmada según las normas propias de esta información.

Elabora un borrador

Hecho todo al anterior, puedes iniciar el proceso de redacción, siguiendo la regla de escribir sin parar, conforme las ideas que quieras plasmar en la monografía.

No importa, si en el transcurso del proceso existen discrepancias o repeticiones en el desarrollo del tema. Lo importante es que, escribas conforme quieras hacerlo, hasta tener un borrador terminado.

Perfecciona la monografía

El último paso que debes ejecutar, es una revisión profunda del borrado, donde sé de jerarquía al tema, revises la ortografía y gramática del texto y se anexen los subtítulos pertinentes al tema.

Con el fin de revisar cada palabra y párrafo previamente escritos, para que puedas modificar o agregar la información que consideres pertinente. Pero, siguiendo la misma línea de idea, y dando prioridad al tema central de la monografía.

editar y corregir monografia

Consejos adicionales

Recuerda que el éxito de la realización de todo documento, consiste en la investigación y organización de la información, sin dejar de lado la forma correcta de transmitir la idea y mostrar el contenido agradable al lector. Para ello, se debe evitar lo siguiente:

  • Títulos largos y que confundan al lector de la idea principal
  • Párrafos excesivamente saturados
  • Signos de puntuación mal colocados en el texto
  • Mala jerarquía en la información, al utilizar incorrectamente los títulos
  • Errores de ortografía y gramática

 

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