Hoy en día nuestros móviles son prácticamente una prolongación de nuestros cuerpos. Para cualquier cosa que imagines, tienes que recurrir a tu celular. Desde pedir cita en el médico, hasta pagar una multa. Casi cualquier trámite necesita de usar de una u otra forma un móvil.
No hablemos ni pensemos en la cantidad de información privada y sensible que pasa por y es almacenada en nuestro terminal.
Entonces… “¿y si se me pierde mi móvil? ¿Y si me lo roban? Es momento de ponerse a temblar.